Interesante artículo de Yolanda Cuevas (@yolandacuay), psicóloga deportivo, sobre los castigos de los padres a los niños sin entrenar o sin jugar:
¡CASTIGADO! Esta semana ni entrenas, ni hay partido, así aprenderás...
Todos conocemos esta frase pero, ¿sirve de algo? Sabemos la gran lista de beneficios físicos que tiene el deporte:
- fortalece los músculos y huesos.
- previene la obesidad.
- previene el riesgo de enfermedades tales como la diabetes.
- puede corregir posibles defectos físicos.
- ayuda a coordinar movimientos.
- estimula la higiene y la salud.
- duermen mejor…
Pero, ¿y cómo herramienta educativa y psicológica? El cerebro de un
niño/a deportista es más activo, la atención y la concentración toman
protagonismo, escuchan, asimilan, actúan según directrices de sus
entrenadores y a la vez se centran en movimientos sin perder de vista a
sus compañeros. Es su día a día en el entrenamiento.
Su práctica fomenta el ser perseverante, tolerar el error propio y el
de los compañeros y aprender de ellos como parte del proceso de
aprendizaje. Los niños se sienten de este modo protagonistas activos de
su aprendizaje repercutiendo de una manera valiosísima en
su autoconfianza, auto concepto y autoestima, compañeros de viaje a lo
largo de todas sus vidas.
Cada día que privas a tu hijo/a de la práctica deportiva impides su
desarrollo físico, mental y de su larga lista de beneficios. Desde
pequeños la clave es establecer los límites con firmeza y alternativas
educativas ingeniosas para que el castigo sea la excepción y no la
regla. En muchos casos, el castigo extingue la conducta de manera
puntual, pero la raíz del problema no se soluciona y muchos niños/as
siguen “haciéndola” cuando pueden o cuando creen que no les ven.
El castigo de moda: “Te dejo sin…” Está demostrando que no es
efectivo y de allí conocidas expresiones: “le da igual que le deje sin…”
Porque para que sea castigo educativo tiene que suponerle un esfuerzo,
algo que le ayuda a auto controlarse.
Si le castigas sin ir a entrenar no sólo no hace el esfuerzo que
tenía que hacer para desplazarse, sino que además deja de hacer lo que
estaba haciendo, no cumple con el compromiso que tiene con sus
compañeros etc… Es decir, estás fomentando la no responsabilidad.
Reflexión:
Pautas claras y dialogo en el momento adecuado para transmitir las normas es la clave para un nuevo comienzo.
Aprenden a socializarse con nuevos compañeros, a ganar y compartir
triunfos, a perder y saber tolerar la frustración, a experimentar
emociones, a controlar la impulsividad en unos casos y vencer la timidez
en otros, a reducir la ansiedad; a respetar las normas, al entrenador, a
los jugadores rivales y a los árbitros. Aprenden a aumentar su
confianza (porque de cada uno depende el resto del equipo), se crean
lazos de ayuda entre ellos, se fomenta la colaboración, se promueve una
mejor gestión del tiempo al tener que estudiar o hacer deberes, les
enseña a fijar metas, les desarrolla habilidades como el pensamiento
estratégico, la capacidad de liderar, se les desarrolla pertenencia a un
grupo con intereses y objetivos comunes, se les enseña a ser
responsables y a cumplir con lo que uno se compromete y se comienza
a desarrollar el hábito deportivo.
Entonces, desde mi punto de vista como padre, como entrenador y como
coach deportivo, ¿qué ganas castigando a tu hijo sin entrenar o jugar?
¿Tendrá más tiempo para estudiar?
Posiblemente sí, pero ¿usará ese tiempo para ello? Los expertos dicen
que hay un límite, que cada 45 minutos se debe dar un descanso,
¿entrenando a media tarde en lo que les gusta y les motiva? Si tu hijo
está muy comprometido con el grupo, con su deporte, con darlo
todo entrenando…
¿Qué mensaje le estamos dando si le quitamos, por ejemplo, el
partido? ¿se ha esforzado? ¿ha cumplido con su compromiso? ¿Crees que
debería obtener su premio y apoyarlo el sábado en la competición? El día
es sobradamente largo para que dé tiempo a todo, sólo hace falta un
plan de acción para que organicen su tiempo, para que aprendan a
hacerlo. Dejemos que desarrollen su talento, que experimenten para
encontrarlo. No digo que vivan del deporte y menos del nuestro, aunque
quién sabes s¡ algunos se ganarán la vida con esto el día de mañana…ya
sea jugando, entrenando, arbitrando etc. Lo que sí creo es que esta
forma de aprendizaje les puede aportar otras muchas cosas en su
vida. Nuestra educación está hecha para sacar personas en serie con un
pensamiento y habilidades comunes. Empecemos a dejar volar el talento de
las personas para que luchen por sus sueños.
¿Os preguntáis que notas sacaban Rafa Nadal, Miguel Induráin, Michael
Phelps, etc…? ¿Y si sus padres hubieran coartado su talento por un par
de suspensos de mates? Lo que la sociedad se hubiera perdido…
Pensar que cuando castigáis a vuestro hijo, castigáis a todo el
grupo: al entrenador y a los padres que no lo hacen. Porque todos somos
una gran familia con la que nos comprometemos al inicio de la temporada y
si un miembro de ella falla, todos lo sufrimos.
http://yolandacuevas.es/2013/11/10/castigado-esta-semana-no-entrenas-ni-hay-partido-asi-aprenderas/
http://yolandacuevas.es/2013/11/10/castigado-esta-semana-no-entrenas-ni-hay-partido-asi-aprenderas/