El
deporte nació como ejercicio físico con una finalidad de recreación, diversión
y pasatiempo; a lo largo de su devenir histórico ha ido incorporando nuevos
elementos que lo han ido configurando y caracterizado, hasta llegar a lo que es
en la actualidad. Así que podemos establecer que las principales
características del deporte actual son las que ha continuación se detallan:
- Situación motriz. En la práctica deportiva se deberán realizar actividades en las que la acción o el movimiento, no solo mecánica, sino también comportamental, debe necesariamente estar presente y constituir parte insustituible de la tarea.
- Juego. El deporte posee algunas características propias del juego, ya que su participación es voluntaria, libre y con propósitos de recreación.
- Competición. Característica por excelencia, el deporte presenta un deseo de superación, de progreso, de rendimiento elevado, de vencerse así mismo en cuanto a conseguir una meta superior con relación al tiempo, la distancia... o vencer al adversario.
- Reglas. Para que exista el deporte en sí, deben existir reglas que definan las características de la propia actividad y de su desarrollo.
- Institucionalización. Otro rasgo que caracteriza el deporte, ya que este requiere un reconocimiento y control por parte de una instancia o institución generalmente denominada federación, que rige su desarrollo y fija los reglamentos de juego.
Las
funciones que derivan del deporte en la sociedad actual van a depender en gran
medida del ámbito o contexto en el que se traten.
Beneficios de la práctica deportiva:
En base a ello, los niñ@s que vamos a tener a nuestro cargo en la escuela de
fútbol se encontrarán, por lo general, desarrollando sus capacidades
intelectuales, sociales, afectivas y físicas a lo largo del sistema educativo,
ya sea en Primaria, Secundaria o Bachillerato.
La Escuela de Fútbol,
además de enseñar este deporte, contribuiremos a desarrollar las capacidades
antes señaladas; por ello consideramos que para ayudar a nuestros alumnos o
niños en el desarrollo en los aspectos intelectuales, sociales, afectivos y
físicos, es de vital importancia que conozcamos el desarrollo personal de
nuestros alumnos en cada etapa evolutiva y, de esta manera, saber qué es lo que
éstos pueden y deben aprender y cómo se les debe enseñar.
Finalidades de la escuela de fútbol:
Objetivos:
Los objetivos generales serían la descripción o concreción más
detallada de los fines que se pretenden alcanzar en el club de forma general.
Han de ser definidos en términos de capacidades a desarrollar, entendiendo
capacidad la posibilidad que tiene el individuo para desarrollar determinadas
actividades en un momento dado.
Así, podemos describir el término como enunciado que describe la
conducta que se espera obtener de un alumno al término de un periodo de
enseñanza-aprendizaje establecido, es decir, lo que el alumno ha de hacer, que
no era capaz de hacerlo antes.
Los objetivos generales van a contemplar cinco tipos de
capacidades que a su vez reflejan los cinco factores de la personalidad como
son: capacidades cognitivas, capacidades motrices, capacidades de inserción
social, capacidades de equilibrio personal y capacidades de desarrollo moral.
Estas capacidades van a figurar en los objetivos de forma interrelacionada, es
decir, no hay un objetivo específico para las capacidades cognitivas y otro
para las capacidades motrices, sino que en todos los objetivos vamos a
encontrar varias capacidades.
No existe tampoco prioridad alguno de uno sobre otro, todos tienen la misma importancia ya que todos contribuyen, de algún modo, a conseguir las finalidades propuestas por la escuela. Estos objetivos son los que el alumno debe de ir adquiriendo a lo largo de toda su etapa en la Escuela de Fútbol desde benjamines a Juveniles.
1. Conocer y valorar su cuerpo y la actividad física como medio
de exploración y disfrute de sus posibilidades motrices y de relación con los
demás así como recurso para organizar su tiempo libre.
2. Adoptar hábitos de higiene, de alimentación, de posturas y de
ejercicio físico, manifestando una actitud responsable hacia su propio cuerpo y
de respeto a los demás, relacionando estos hábitos con los efectos sobre la
salud,
3. Valorar los diferentes comportamientos que se presentan en
práctica de la actividad física, dosificando el esfuerzo en función de sus
posibilidades y disfrutando de la tarea y el deporte independientemente de los
resultados.
4. Resolver problemas que exijan el dominio de patrones motrices
básicos, adecuándose a los estímulos perceptivos, y seleccionando los
movimientos, previa valoración de sus posibilidades.
5. Utilizar sus capacidades físicas básicas y destrezas
motrices, el conocimiento de la estructura y funcionamiento del cuerpo para la
actividad física, adaptando el movimiento a la circunstancia y condiciones de
cada situación.
6. Participar en juegos, actividades y ejercicios estableciendo
relaciones equilibradas y constructivas con los demás evitando la
discriminación por características personales, sexuales y sociales, así como
los comportamientos agresivos, y las actitudes de rivalidad en las actividades
competitivas.
7. Conocer y valorar la diversidad de acciones técnicas y
situaciones tácticas que presenta el fútbol.
8. Utilizar los recursos expresivos del cuerpo y del movimiento
para comunicarse con los compañeros.
9. Conocer el reglamento del fútbol.
Metodología:
Los métodos activos entienden el proceso de Enseñanza-Aprendizaje del deporte, no como una suma de técnicas, sino como un sistema de relaciones entre los diferentes elementos del juego.
Los métodos activos consideran necesario analizar el juego y su
estructura funcional, para plantear la enseñanza de manera global, es decir,
que el futbolista desarrolle la comprensión y capacidad del juego, entendida
ésta como la resultante de la capacidad física, técnica, táctica y psicológica.
Los modelos activos parten de los propios intereses del niño y
de la lógica interna del juego, proponiendo la evolución de la táctica a la
técnica. Se considera que el primer problema que se
encuentran los niños cuando juegan al fútbol es siempre táctico, consideran que
el sujeto ha de saber que hacer (táctica), para como hacer (técnica), es decir,
tras la percepción del entorno espacio temporal como son la zona del terreno de
juego, posesión o no del balón, número de adversarios y compañeros, etc, el
niño analiza el problema que se le plantea y decide como hacerlo.
En contra de los métodos tradicionales, apenas los
entrenadores se basan en la demostración, éste deberá de orientar la búsqueda
de la solución a la dificultad presentada mediante cuestiones que fuercen al
futbolista a pensar, analizar y reflexionar, utilizando los juegos como guía de
dicho aprendizaje; juegos en el que se integren los aspectos físicos, técnicos,
tácticos y psicológicos dando mayor grado de participación a unos respecto a
los otros según queramos trabajar, y que para regular la dificultad de la tarea
deberemos incidir en los mecanismos. Estos juegos conocidos como juegos
reducidos, justifican
su utilización por las siguientes razones:
- Se adaptan con su estructura específica al estado físico, mental e intelectual. Lleva al niño de la práctica repetitiva de un gesto técnico a la correcta aplicación del mismo en una situación de juego.
- Son actividades que requieren de todo el mecanismo del acto motor: percepción, decisión y ejecución.
- Los niños se habitúan a la comunicación y colaboración, tanto en la fase de ataque como en la fase de defensa, por lo que contribuye al desarrollo de la sociabilidad.
- Se mejora la percepción espacio-temporal en cualquier acción del juego, lo que facilita la asimilación de las informaciones que recibe el niño de manera constante en el juego.
- Facilitan la correcta ejecución de las habilidades a causa del número limitado de jugadores que intervienen en ellos.
Respecto a la progresión de
los juegos, el entrenador ha de dominar las variables presentes en cada uno de
los mecanismos de decisión, percepción y ejecución de forma que se aumentan o
disminuyan el número de adversarios, compañeros, el espacio, número de
porterías, etc.
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